LA CASA DE LA CASCADA POR FRANK LLOYD WRIGHT
Cuando era pequeño, recuerdo perfectamente que, al entrar a
mi casa, subir los dos escalones del porche y ser recibido por una fuente
ubicada en el vestíbulo, siempre me hacia olvidarme de todo lo demás, de mis
problemas, de la calle misma. El sonido del agua me tranquilizaba y siempre me
hacia sentir mejor. Las plantas, flores, árboles y demás vegetación que se encontraban
en el jardín delantero, también me hacían sentir que el espacio era muy
agradable y creo que desde ese entonces mi sub-consciente genero un estado de
gustación por la naturaleza, es por esta misma razón que cuando conocí la casa
de la cascada de Frank Lloyd Wright, quede realmente fascinado, no solo por su
compleja composición horizontal, o incluso por sus grandes volados logrados con
vigas invertidas coladas monolíticamente con la losa, sino por que no solo fue
construida para ver la naturaleza desde la ventana como un cuadro, fue diseñada
para convivir con el entorno y realmente vivir la naturaleza.
Algo que siempre quise hacer desde niño pero nunca pude
lograrlo, fue construir la típica casa del árbol como en cualquier caricatura
de nuestra infancia, y creo que al ver como Wright logro construir una casa del
árbol real y de esas dimensiones, fue algo que sin duda me motivo a estudiar la
carrera de arquitectura para algún día poder construir esa casa del árbol, pero
en una dimensión mayúscula después de haber obtenido los conocimientos
suficientes de estructuras, de procesos constructivos, de diseño, de fenomenología
y de materiales para lograr algo tan impresionante pero a mi propio gusto y
necesidades.
La definición que mejor me representa y describe a la casa
de la cascada es: relación hombre, arquitectura y naturaleza. Y es así como Wright resolvió el diseño de la casa
alrededor de la chimenea, el corazón de la casa, la que se consideró como el
lugar de reunión de la familia. Los cimientos de la casa son las rocas del
lugar, y algunas de ellas sobrepasan el ancho forjado de la primera planta
asomándose junto a la chimenea, lo que trae físicamente la cascada al interior
de la casa logrando así la completa armonía y convivencia entre su obra y la
obra de Dios. La naturaleza. Además, refuerza el concepto con un diseño orgánico
de buen gusto.
Su horizontalidad, sus
materiales, su composición, sus colores, su sistema estructural, su
fenomenología, los techos bajos para educar a la vista a ver la horizontal, sus
volados y su continuidad de ventanas en las esquinas de la casa, logran la
perfecta armonía de la casa mas que como la suma de sus partes, sino como la perfección
de un todo. Y es lo que me convence de sentirme identificado con esta obra y
del como la casa de la cascada fue un punto clave para la decisión de estudiar
arquitectura, no solo para cumplirme el capricho de mi casa del árbol. Sino para
realizar obras de arte en la presencia física y espiritual del hombre y la
arquitectura en completa armonía con la naturaleza.
José de Jesús Zamora Gómez
Fuentes de información:
Duque, K. (2010). Clásicos de Arquitectura: Casa en la Cascada/ Frank Lloyd Wright. Consultado el 4 de Semtiembre de 2019, disponible en: https://www.archdaily.mx/mx/02-54599/clasicos-de-arquitectura-la-casa-en-la-cascada-frank-lloyd-wright
Pérez, A. (2016). LA CASA DE LA CASCADA. LA IMPORTANCIA DEL FALLO II. Consultado el 4 de Septiembre de 2019, disponible en: https://www.prontubeam.com/articulos/articulos.php?Id_articulo=40
Wikiarquitectura. (s/f). Casa de la Cascada. Consultada el 4 de Septiembre de 2019, disponible en: https://es.wikiarquitectura.com/edificio/casa-de-la-cascada/
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